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Nada como la realidad para imponerse de forma incontestable a las sesudas predicciones de los seres humanos. Decía el Global Risk Report del World Economic Forum (Foro de Davos) 2020 que el principal riesgo al que se enfrentaba la humanidad en el año 2020 era el cambio climático. Ahora se puede afirmar de forma categórica que ya no es así. Nassim Taleb filósofo e investigador libanés formuló en 2007 la conocida como teoría del cisne negro; dicha teoría es una metáfora que describe un suceso “altamente improbable, casi impredecible”, de gran impacto socioeconómico y que, una vez pasado el hecho, se racionaliza por retrospección (haciendo que parezca predecible o explicable, y dando impresión de que se esperaba que ocurriera): “”todos somos profetas del pasado”.

Ejemplos de “cisne negros” son el inicio de la Primera Guerra Mundial, la llamada “gripe española” que se originó paradójicamente en Estados Unidos y se transmitió a través de soldados norteamericanos que desembarcaron en un puerto francés en 1918 y los atentados del 11 de septiembre de 2001.

En este mundo incierto han ido apareciendo diferentes teorías alrededor de la de los “cisnes negros”. Las más significativas serían las de los “rinocerontes grises”, “elefantes negros” y “medusas negras”.

La pandemia, desencadenada por el SARS-CoV-2, en la cual estamos todos inmersos, ya es una verdadera catástrofe médica, social y económica que ha ido avanzando a una velocidad y gravedad difícil de prever y con pocos precedentes. Esta pandemia, que ha confinado a la población, no la podemos definir de inesperada. Muchos expertos habían pronosticado nuevas epidemias o pandemias (después de la gripe, SARS, MERS o Ébola), pero ningún dirigente ni institución autonómica, estatal o supraestatal se hizo especial eco de estas previsiones.

La pandemia de coronavirus SARS CoV-2 y la enfermedad que provoca, la COVID 19 , se catalogaría como un “rinoceronte gris”.

El mundo ha abandonado la segunda era de la globalización para adentrarse en la “Era del Desorden”. Este nuevo súper-ciclo contará con varias tendencias que lo diferencian de los demás, y que se comentaran a continuación.

Más allá de analizar la nueva Era que viene,  se han identificado cinco súper-ciclos durante los últimos 160 años: la primera Era de globalización entre (1860 y 1914), las grandes guerras y la depresión (1914-1945), Bretton Woods y la vuelta del patrón oro (1945-1971), el comienzo del sistema fiduciario y la Era de la inflación elevada (1971-1980), la segunda Era de globalización (1980-2020) y la “Era del desorden” (2020-????).

¿Qué caracterizará a esta nueva Era?

  • El deterioro de las relaciones entre Estados Unidos y China. ¿Se producirá la trampa de Tucídides?
  • Debate globalización vs deslocalización vs localiza-ción.
  • Divergencia demográfica.
  • ¿La mitad del siglo XXI será la era de África?
  • Mundo hipervigilado, Debate seguridad vs privacidad.
  • Pérdida de influencia económica y geoestratégica de Europa. Una década decisiva para Europa: fragmen-tación o unión real.
  • Mayor deuda y la desaparición del dinero físico.
  • Una desigualdad creciente interna en los países y entre los países
  • Mundo urbanizado.
  • El debate del cambio climático.
  • Estamos en medio de una revolución tecnológica de un alcance inimaginable. La convergencia de la nanotecnología, biotecnología, Inteligencia Artificial, el 5G y la computación cuántica, darán vida a la 5ª revolución tecnológica.

La rapidez en los cambios de escenarios y de los modelos de negocio, nos obligan a crear organizaciones flexibles, ágiles y rápidas, donde en ocasiones hay que renunciar a algún elemento para potenciar otros. A este nuevo mundo se le ha denominado VUCA (Volatily, Uncertainty, Complexity, Ambiguity), donde teníamos que encontrar un equilibrio entre la rapidez en la toma de decisiones y por supuesto en el acierto, lo que he denominado “saber incierto, decisiones acertadas”. Pero este concepto VUCA, que fue creado en la guerra fría por los EE. UU., ha sido superado por la realidad, lo que nos ha llevado a evolucionarlo a un nuevo concepto denominado VI2RCA2S. Hemos tenido que incorporar cuatro nuevas características: Inmediatez, Ruido, Aceleración y Simultaneidad de disparidades.

Las empresas necesitan otra mirada estratégica, donde la forma clásica de enfrentarse a un proceso de reflexión estratégica (Proyectiva), ya no tiene sentido, y nuestra nueva mirada estratégica, deberá centrarse mucho en el futuro (Prospectiva). Necesitamos más estrategia y menos planificación.

Vivimos en lo que he denominado la Sociedad de Disrupción Empresarial, Social y Personal en la que la innovación es el centro de la estrategia de las em-presas que tienen éxito.

Redactado por Marcos Urarte.

Diciembre 2020 – enero 2021

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