» Javier nos ofrece un sólido marco de estudio, superando las aparentes contradicciones bajo su lema “Vetera novis augere”, desarrollando lo antiguo y haciéndolo nuevo, tras una profunda lectura del pasado desde el presente.»
Ofelia Santiago es coach, consultora y docente internacional, experta en transformación cultural y empresarial, liderazgo (femenino, empresarial, público y político), desarrollo y gestión del capital humano, estrategia y desarrollo de ecosistemas y cultura para la Innovación. Fundadora y CEO de Santiago Consultores. Elegida como referente en el mundo del management junto a Peter Drucker, Michael Porter, Daniel Goleman o Javier Fernández Aguado en el libro “Los imprescindibles del Management” y “Los imprescindibles del Management II”, en el que es la única mujer representante del Top Ten español.
Asistimos en toda parte de esta global tecnoexistencia, a una serie de acontecimientos que no se comprenderían sin contemplar cómo determinadas ideologías han blandido sus escobas para barrer una herencia calificada de caduca e incluso totalitaria y que sin embargo, constituye toda la historia del pensamiento y la filosofía, que hasta ahora
representaba la valiosa herencia de la civilización occidental.
Hanna Arendt comenzaba el prefacio a una de sus obras, citando a René Char en los siguientes términos: “Notre héritage n’est précédé d’aucun testament”. Como herederos sin testamento nuestra sociedad se encuentra en el difícil equilibrio de comprender los acontecimientos que estamos viviendo, sin el tesoro de nuestra herencia, de nuestra tradición que como faro de Alejandría, ha guiado a la humanidad durante las distintas épocas de la historia, para tomar consciencia de su identidad y avanzar como sociedad, asignando un pasado al futuro.
Este trascendental ejercicio es realizado magistralmente por Don Javier Fernández Aguado, reescribiendo este testamento desde un profundo estudio de los clásicos, pasando por el Medioevo y llegando al análisis de las más destacadas figuras y organizaciones del pensamiento moderno y postmoderno. Javier nos ofrece un sólido marco de estudio, superando las aparentes contradicciones bajo su lema “Vetera novis augere”, desarrollando lo antiguo y haciéndolo nuevo, tras una profunda lectura del pasado desde el presente.
Pero la aportación de Javier Fernández Aguado no es sólo erudición, sino la inmediata aplicabilidad de sus creativas y originales ideas, consiguiendo aplicar la sabiduría destilada de sus extensas fuentes de inspiración, a la realidad del mundo empresarial y de las organizaciones. Existe, gracias a Javier, una orientación a resultados, paralela a la meramente económica en la que, sin dejar de lado a ésta, tienen cabida otros elementos fundamentales como el humanismo, la felicidad, la deontología de los gobernantes, la ética y los valores.
El profesor Fernández Aguado, nos deja el legado de sus libros dedicados a ofrecer soluciones de carácter estructural, proporcionando los distintos sistemas, modelos y herramientas para mejorar nuestras organizaciones y, ¿por qué no?, nuestra sociedad,aprendiendo del pasado pero desde el presente, para afrontar los retos que se nos presentan en la toma de decisiones actual. Pero este legado tiene una doble vertiente, pues además, su autor está interesado por la mejora y desarrollo de la persona.
La construcción de la persona y de su verdadera identidad supone un complejo proceso de carácter dinámico en el que, a lo largo de nuestra vida, iremos abordando distintos movimientos en aparente contradicción, teniendo algunos un carácter de separación o individuación, y otros, en cambio, estando destinados a elaborar estrategias para interactuar con los otros en todos los sistemas en los que operamos y determinando nuestra posición frente al mundo. Así, actuaremos en él, según desde dónde proceda nuestra mirada.
El “Principium individuationis” de Carl Gustav Jung no es algo inmediato, ni baladí, sino que se desarrolla como un proceso dinámico que ocupa gran parte, si no toda nuestra vida. A lo largo de sus cuatro frases, el sujeto, tras un primer abordaje de sus aspectos conscientes e inconscientes, va paulatinamente resolviendo la tensión de los opuestos: persona y sombra, consciente e inconsciente.
No tengo palabras para describir cuánto me enriquecen las tertulias que a mi alma, regala el profesor Fernández Aguado, cuando hablamos de esa identidad, desde la luz que arroja su pensamiento, destacando el crucial factor de la autonomía moral a la que tanto estudio ha dedicado.
La miopía del sistema educativo actual decidió relegar el estudio histórico del pensamiento y los modelos filosóficos como base de la formación del ser, del conocimiento y del juicio crítico. Para mí es un alivio saber que los amantes de la historia y la filosofía tenemos la suerte de poder contar con el doctor Fernández Aguado y con su obra “Ética a Nicómaco” (LID. 2009). Se trata de un libro que siempre recomiendo en todos mis procesos de coaching ejecutivo y político, pues antes de centrarse en el ejercicio del rol, primero debe abordarse el ser, o lo que este magistral libro define como “ser persona”.
Para mí, este libro es un tesoro y, de entre todas sus enseñanzas, que son muchas, me quedaría con una frase que repito muchas veces a mis clientes y alumnos, cuando quiero destacar la importancia de su educación para el desarrollo del pensamiento crítico y de la libertad: “si no se es adecuadamente formado, es difícil encontrar desde la juventud, la dirección recta para el ejercicio de la virtud”.
En un mundo cada vez más tecnológico en el que la comunidad científica ya se debate por el impacto que la tecnología, la robotización y la inteligencia artificial, ocasionarán sobre la propia condición de ser humano, y donde el conocimiento se obtiene con un click de ratón, se torna totalmente imprescindible recordar la figura del maestro, insustituible en la evolución de las distintas civilizaciones que han integrado la humanidad.
Gracias, mi querido Javier, por haberte convertido en un maestro y desarrollado con tu vida y con tu obra, este gran legado que tan generosamente nos dejas a todos, que es fuente imprescindible de mi inspiración y alimento para mi alma.